NÚMERO
36



JULIO
DICIEMBRE
2015

TEXTOS Y CONTEXTOS

¿Qué significa haber egresado de "La Esmeralda" como "artista visual" en el contexto mexicano del siglo XXI?

What does it mean to graduate from “La Esmeralda” as a “visual artist” in the Mexican context of the 21st century?

Resumen

Este texto aborda el legado que "La Esmeralda" del siglo pasado ha dejado, visto desde la presencia de sus egresados en la presente centuria. Este análisis es una continuación de estudios anteriores que incluyen mi tesis de grado en la ENPEG que analiza el contexto real de los estudiantes de "La Esmeralda" en sus años de formación, enfocándose en cuatro artistas salidos de esta institución. A diez años de haber concluido este proyecto, examino la actividad reciente de estos cuatro creadores quienes fueron mis compañeros de aula. En el contexto de dos enfoques diferentes (a través de la idea del mainsdream, que refiere a una ilusión de fama y fortuna en el campo de las artes visuales, y de Arttextum, trabajo cuya investigación versa sobre el arte ligado al activismo), este texto presenta un acercamiento del arte y la cultura en México en plena transición social en tiempo presente.


Abstract

The following text addresses the legacy that "La Esmeralda" from the past century has left in the presence of its graduates in this century. From the perspective of four artists graduated from this institution, this paper can be seen as a continuation of the studies conducted in previous years, including my thesis project from the ENPEG, which analyzes the real context of the students at "La Esmeralda" during their years of training. Ten years after having completed this project, I focus on the recent activities of the artists who back then were my classmates. Utilizing the idea of mainsdream, which refers to an illusion of fame and fortune in the field of the visual arts, and, Arttextum, that focuses on the production of art linked to activism, this text presents a current examination of arts and culture in a Mexico going through intense social transition.

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FRIDA CANO DOMÍNGUEZ / ARTISTA Y CURADORA
frida.cano82@gmail.com


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Introducción: sobre "La Esmeralda" y su currículo oculto

Han pasado ya diez años de que egresé de la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado "La Esmeralda" (ENPEG). En junio de 2005 mi generación realizó una exposición colectiva de alumnos de último año en las galerías de la escuela, y con ella se abrió un nuevo capítulo en la vida artística de aquellos que convivimos durante cinco años o más en las aulas.

El aprendizaje obtenido en "La Esmeralda", así como su red social, son vitales para continuar una exitosa carrera en las artes. Aquello que en algún momento llamé currículo oculto resulta ser uno de los elementos esenciales para continuar produciendo con un ánimo crítico y dentro de una comunidad de soporte. En mi proyecto de titulación “Autorretrato de influencias en negativo, investigación documental del currículum oculto en La Esmeralda”, publicada en línea en el Repositorio Digital del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA),[1] en la red de académicos Academia[2] y en mi sitio personal de Internet,[3] ubiqué mi persona como el cuerpo de alumnos que pasa por las aulas de "La Esmeralda". A lo largo de siete capítulos, que corresponden al paso y crecimiento del artista en la ENPEG, di testimonio de cómo los alumnos conviven y conversan sobre arte al tiempo que producen sus primeras obras. Ese aprendizaje, que no está considerado como parte del currículo oficial, aquel que ocurre día con día y sobre todo fuera de las aulas pero gracias a éstas, es el currículo oculto, y lo que mayormente destaca dentro del aprendizaje en una escuela de arte como "La Esmeralda". Esas actividades extracurriculares, como colaborar en exposiciones con los compañeros, producir a deshoras y a destiempos, criticar y aprender a ser criticado, considerar el tiempo de chela y cantina como parte del proceso creativo en conjunto, amores y desamores con y entre alumnos y maestros, son las experiencias que preparan al alumno ENPEG para ser, posterior e idealmente, egresado de "La Esmeralda". Todo aquello que se vive y se aprende son las claves para lo que toca vivir y aprender fuera del cobijo institucional. Una vez terminada la escuela la situación ya no es tan fácil, porque los muros de la institución se convierten en las delgadas paredes de lo que se podría llamar la historia del arte. Si bien no todos pueden aspirar a ser resguardados por estas paredes, el grueso de la población artística, en conjunto, conforma aquello que es posible denominar como el pulso del arte y la cultura en México. A partir de las investigaciones de campo que realicé con mi proyecto de titulación en "La Esmeralda", y con apoyo del proyecto de arte que recientemente llevo a cabo titulado Arttextum, en este breve escrito pretendo contextualizar la presencia y el legado de los egresados de la ENPEG dentro del campo del mercado del arte, por un lado, y con un énfasis en proyectos con un compromiso social, por otro. Los casos por analizar son los artistas José Luis Landet (Argentina, 1977) y Omar Barquet (México, 1979), con quienes he continuado trabajando en el campo de la compra-venta de obra dentro de ferias de arte como asistente curatorial para la colección Sayago & Pardon, y cuya obra analizo desde el contexto del currículo oculto en los estudios y entrevistas de mi tesis de licenciatura desde sus comienzos en 2005. Para el caso del análisis de la presencia de los egresados ENPEG en términos de compromiso social, enmarcaré este estudio dentro de la lógica del proyecto Arttextum, labor que me ha permitido investigar las ligas sociales entre productores culturales y las temáticas que abordan en el contexto latinoamericano. Dentro de este análisis, me enfocaré en la actividad de las artistas Teresa Hernández y Edith López Ovalle, ambas egresadas de La Esmeralda y cuya obra tiene un tinte “artivista”.

 

Mainsdream: el mercado del arte y los artistas jóvenes

En el capítulo cinco de mi tesis de licenciatura y a lo largo de las setenta y dos páginas de mi tesis de maestría me pregunté sobre una condición particular de las obras de arte y de sus creadores con respecto al consumo en ferias de arte, así como de las corrientes estilísticas del estándar principal del arte. Para realizar una distinción entre el mainstream del arte y la fascinación idílica de éste, acuñé el término mainsdream, el cual refiere a las tendencias de arte generadas para convertirse en productos consumibles por el mercado del arte. En el mainsdream, artistas novatos o aspirantes a artistas son guiados por una ilusión de fama y fortuna como consecuencia de un mundo globalizado y dominado por los medios masivos de comunicación de la cultura hegemónica. Este concepto nace como una crítica al término mainstream tras la conjunción de las palabras “main” como lo principal, y “dream” entendido como sueño o anhelo.[4] A diez años de haber acuñado este término, y después de continuar investigándolo veo que, si bien el mainsdream puro es inexistente, su presencia se da sobre todo en aspirantes a artistas cuya ambición es guiada por una utopía. Con el paso de los años estas personas se convierten en los llamados artistas emergentes, creadores de unos treinta años de edad cuya obra representa a su país en ferias de arte alrededor del mundo.

Mi interés principal por abordar estos sueños inalcanzables en la comunidad de estudiantes y egresados de "La Esmeralda" tuvo su origen en las conversaciones de personas sobre otras personas más reconocidas en el medio artístico. “Estar en el mainstream” significaba “hacerla en el medio del arte”, llegar a un punto de reconocimiento tal que el artista podía solventar su vida económicamente siendo súper estrella del arte contemporáneo. Nombres de artistas y curadores figuraban en las revistas especializadas, y cuando a alguien se le vinculaba con esas personas uno se sentía más cerca de alcanzar ese sueño. La palabra mainstream se encontraba en el día a día del hablar del estudiante de "La Esmeralda", pero nadie sabía con seguridad qué era. Fue por esta razón que acuñé el término mainsdream, para identificar realmente a qué se referíar.

El mainstream y el mainsdream están vinculados fuertemente con el lado comercial del arte, por lo que las ferias de arte internacionales son las que representan mejor en la realidad los términos de este sueño. Pero aparecer en el listado de artistas de una galería durante una feria de arte no equivale a haber alcanzado el mainstream. Es en realidad la gente que observa, y que por lo tanto no participa, la que crea el concepto del mainsdream en su cabeza. ¿Pero realmente el mainsdream está presente en los egresados de "La Esmeralda"? Al hacerme esta pregunta pienso de inmediato en dos compañeros de la ENPEG a quienes vi crecer y trabajar desde nuestro tiempo de escuela hasta la fecha.

Volví a encontrarme recientemente con José Luis Landet y Omar Barquet cuando comencé a trabajar para la colección de arte privada Sayago & Pardon en Estados Unidos. Uno de los primeros proyectos que llevamos a cabo para la colección fue el lanzamiento de la plataforma digital Abstraction in Action (AIA) a cargo de la curadora Cecilia Fajardo-Hill durante Pinta NY en 2013. Esta plataforma reúne el trabajo de un numeroso grupo de artistas contemporáneos que utilizan la abstracción como parte de su lenguaje artístico. José Luis y Omar están dentro de la lista de esta reconocida plataforma en línea, y contactarles vía correo electrónico fue para todos una grata e inesperada sorpresa. Omar fue, de hecho, el artista destacado del primer mes de AIA, y la razón fue que realizó una pieza de sitio específico para el booth del proyecto en la feria Pinta NY. Omar y yo nos reencontramos tras años de no vernos —ni siquiera de mantener algún contacto— y fue interesante que se diera gracias a unos coleccionistas de arte. Omar y yo comentamos sobre qué tan idílico era estar viviendo ese momento, ya que las conversaciones durante la etapa de "La Esmeralda" giraban en gran medida alrededor de la fama y la fortuna, de cómo venderse ante un mercado de arte bastante demandante. Diez años después pude admirar la constancia del trabajo de Omar, no sólo en términos de reconocimiento, sino dentro de la producción misma de su obra.

Un caso similar es el del artista argentino José Luis Landet, compañero de aula de la ENPEG y a quien los demás alumnos tendían a identificar como un artista exitoso con una carrera próspera a futuro —en otras palabras, una estrella en potencia. Landet es un ejemplo de la constancia del trabajo artístico, en donde la profundidad conceptual de su obra determina el proceso y resultado de la misma. Hace más de diez años venía trabajando con la idea de trozos de materiales bidimensionales, de deconstrucción y construcción sobre la misma superficie, de procesos más que de resultados. La colección en la cual trabajo adquirió algunas de sus piezas más emblemáticas de la serie de pinturas de artistas amateur de mediados del siglo XX, que deconstruye y reconstruye en otras obras suyas, cuestionando la noción de autor y recreando la idea tanto de paisaje como de creador.[5]

Con múltiples exposiciones individuales y reconocimientos, ambos artistas han sabido jugar sus cartas para poder vivir de su producción artística, algo indiscutiblemente difícil de lograr. Lejos de que el mainsdream se refiera a figurar como estrella en el cielo del arte, al menos a los diez años de egresar de "La Esmeralda" está más vinculado con verse valorado como artista dentro del mercado del arte, cuyos compradores son tanto locales como internacionales. Estos artistas han sabido crecer y profundizar su producción dentro y gracias al mercado del arte. Si bien el mainsdream y sus fantasías pueden llegar a invadir de vez en cuando la cabeza del artista, el tiempo dirá quién sigue jugando y quién no. Así que, con las palabras de José Luis Landet “¡La fama y la fortuna no representan absolutamente nada para mí! Mi práctica en el arte tiene que ver con una necesidad de comunicar, interactuar, asombrarme y sorprenderme en diálogo con el espectador!”[6] entenderemos que el mainsdream es una ilusión pasajera. El mainsdream es en cuanto uno cree en él, por lo que su existencia es discontinua en la cabeza de quien lo cree.

 

Arttextum: compromiso social y valoración en sectores no-artísticos

En 2012, después de haber concluido mis investigaciones sobre el mainsdream dentro de la comunidad artística de México, decidí enfocar mis energías en la investigación de proyectos y artistas cuya motivación no parte de los valores de la fama y la fortuna, sino de un compromiso social a través de la implementación de acciones y trabajos que parten de las dificultades del propio contexto local. Así nació Arttextum, proyecto apoyado por la Subdirección General fr las Vellas Artes, Madrid, el cual es un estudio de las rutas de transferencia y movimiento de ideas de la comunidad artística joven a través de la creación de mapas artísticos no-geográficos.[7] Este proyecto actualmente cuenta con 81 artistas; la selección de cada uno de ellos se basó en la recomendación que hacía otro artista participante, así como en la calidad de su obra en términos de relevancia social, es decir, de cómo su arte aborda temas importantes y difíciles para una comunidad específica. Una de las artistas de esta red de creativos es la mexicana Edith López Ovalle, cuya obra está dentro de los parámetros de “artivismo”.[8] Estudió en "La Esmeralda" y posteriormente realizó estudios de maestría en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (hoy Facultad de Artes y Diseño) de la Universidad Nacional Autónoma de México. La historia del exilio de su madre durante la década de 1970 en Cuba influyó su obra con una militancia política a favor de los cambios sociales, sirviéndose del arte para denunciar las injusticias, en particular en México. La obra de Edith se desarrolla sobre todo dentro de la gráfica y la instalación, teniendo como temas principales los desaparecido políticos mexicanos, y a través de su pertenencia a H.I.J.O.S. México (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio),[9] su obra es de contenido fuerte y doloroso, sin embargo, su acción como activista es aun más impresionante. La Negra, como suelen llamarle, está presente en las manifestaciones en protesta por los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, y con los grupos Cofaddem Alzando Voces, Caravana 43, y por supuesto en las marchas con H.I.J.O.S. tanto en México como en Argentina, por sólo mencionar algunos. La razón para crear arte está intrínsecamente ligada a lo que sucede a nivel injusticia, aquello que toca las fibras sensibles en nuestro México; para Edith, el arte debe reflejar de alguna u otra manera lo que vemos en nuestro día a día. Sin embargo, el dolor de ver que la realidad social no cambia, incluso teniendo todo a nuestro favor, es un común denominador en los artivistas:

No sé cómo desactivar la función de mi cuerpo de ilusión y esperanza. Hace un par de meses me ilusionaba el despertar de mi pueblo; después de la última marcha por los 43, fue desilusión y desesperanza. Después de eso, me ilusionó que nuestrxs hermanxs del sur del continente nos piensan, pero la poca energía que le meten para que estemos y nos escuchen me desilusionó... Ya no quiero sentir ilusión, porque inmediatamente se transforma en desilusión, pero todavía me cuesta soltar la ESPERANZA.[10]

Frida Cano, Landet explicando su expo Gómez, de la entrevista en YouTube, 2015, lápiz sobre papel, 21.5 x 28 cm. Imagen cortesía de la autora, derechos reservados.

Los artistas seleccionados en el proyecto Arttextum cumplen con una función social muy importante aunque hoy olvidada: la esperanza. ¿Por qué brindar esperanza? Porque como artistas estamos obligados a dar esa perspectiva que se olvida en la rutina diaria, como si pusiéramos unos lentes para ver el mundo como lo vemos nosotros. El buen arte transmite ideas y sensaciones, el arte ejemplar brinda esperanza porque traspasa los límites del tiempo y espacio y, por tanto, se hace eterno.

Teresa Hernández, artista visual también egresada de "La Esmeralda",[11] recientemente realizó un proyecto artístico en respuesta a la iniciativa de reforma de ley propuesta por el Partido Acción Nacional para castigar hasta con doce años de prisión a quienes ocupen las calles por medio de expresiones artísticas en México. Su proyecto, el Foro Abierto de Dibujo (FAD),[12] consiste en eventos itinerantes y trimestrales, disponibles a todo tipo de público interesado en aprender a dibujar. Teresa invitó a colaborar no sólo a diversas instituciones, sino a compañeros con quienes compartió las aulas en la ENPEG. En respuesta y a manera de resguardo del patrimonio que, por ejemplo, el muralismo dejó en la cultura mexicana, Hernández y su colectivo de artistas pusieron en marcha este proyecto en la ciudad de Puebla en febrero de 2015. Teresa activó un aspecto interesante que es la conciencia social a través del arte, algo que es difícil de lograr en una sociedad a la que se la ha privado de educación artística desde hace varios años como parte del currículo básico y obligatorio. Si el gobierno no lo otorga, los artistas pueden darlo; si las instituciones no apoyan, las colaboraciones pueden ser sinónimo de poder. La noción de castigo puede invertirse en el juego del arte, siendo el catalizador a través del cual se active la conciencia social. En este sentido, el arte es el proceso por el cual se hace posible lo imposible (prohibido), y la estética que acompaña este tipo de procesos se enfoca en transformar, no objetos u artefactos en sí mismos, sino a personas que participan en estos procesos, sea como individuos o como colectivo. Así, los artistas pueden verse como activadores de la creatividad cívica que responde a las demandas de la vida diaria.

Se aprenden maneras de pensar y analizar la realidad durante el tiempo extracurricular en "La Esmeralda". Es por ello que parte del legado de la ENPEG —incluso si no se ve dentro de su plan académico—: son los lazos creativos que ven resultados años más tarde como producción cultural para México. La red artístico-social de Hernández le permitió vislumbrar este proyecto porque sabía que podía contar con el apoyo de sus compañeros de escuela, o recomendaciones de gente perteneciente a este círculo. El legado de "La Esmeralda" va más allá de corrientes estilísticas porque, si se analiza con lupa y en retrospectiva, son los lazos invisibles que se forman durante su estadía allí los que pueden ayudar al joven artista a sobrevivir fuera de las aulas. Lo que en un inicio pudieran ser ideologías personales, más tarde se vinculan con otros pensamientos similares y, con el tiempo, se transforman en proyectos artísticos con fuerte injerencia dentro del sector local e internacional. Teresa y Edith son creadoras que han sabido trabajar por fuera del sector comercial y oficial-gubernamental de México y ver su arte como transformación social desde una veta política que, por supuesto, toca a sectores no-artísticos.

Frida Cano, Christian dibujando, del muro de Facebbok del Foro Abierto de Dibujo, 2015, lápiz sobre papel, 21.5 x 28 cm. Imagen cortesía de la autora, derechos reservados.

Conclusión

Hablar del legado de "La Esmeralda" resulta aún difícil porque diez años no es tiempo suficiente para tomar la distancia necesaria y ver las repercusiones culturales en este siglo que aún nos es bastante nuevo. Sin embargo, podemos bien referirnos a la presencia, en tiempo presente, de aquellos que pasaron por sus aulas y que, tras la resonancia constante de la ENPEG en distintos sectores, la gente que trabaja con ellos aún se pregunta “¿Y qué es eso?”. El nombre de "La Esmeralda" en el currículo de los artistas aparece de manera frecuente en convocatorias abiertas, residencias, ferias de arte, aplicaciones varias, incluyendo trabajos como empleados de museos o instituciones de arte, o como artistas en galerías. Incluso internacionalmente me ha tocado ver cómo la ENPEG es una constante en el currículo de los artistas y que, al aparecer una y otra vez, el comodín de "La Esmeralda" puede convertirse en sinónimo de calidad en la obra del artista en cuestión.[13] Estos diez años, entonces, resultan suficientes para poder acercarse a una realidad más tangible sobre lo que el artista experimenta con el trato directo con clientes, potenciales compradores, galeristas de varios niveles, ferias de arte, y sobre el rechazo o aceptación de apoyos gubernamentales o privados, las jornadas de trabajo de oficina, etcétera, y reflejarlo en su producción artística. Como egresado, se vive y se deja de soñar en una posibilidad que uno escucha mientras se está en la escuela como alumno, así, se evita el mainsdream y el idealismo de querer cambiar el mundo de un día para otro. El hecho de contar con una formación dentro del arte otorga al individuo un estatus más certero sobre cómo enfrentarse con una realidad muy dura como la que estamos viviendo en México actualmente —y como siempre ha sido. "La Esmeralda", como escuela de artes que es, ayuda a que sus alumnos y egresados desarrollen un lenguaje que proviene de lecturas teóricas así como de la necesidad de comunicarse adecuadamente con diferentes públicos. El hecho de que como artista te hagan pensar y hablar constantemente de la obra, del concepto que hay detrás de ella, hace que cuestiones todo cuanto ves, y como egresado esta situación resulta positiva cuando dialogas creativamente con coleccionistas de arte privado o con presos políticos; por ejemplo, "La Esmeralda" brinda un vocabulario amplio que ayuda a comunicar ideas con mayor facilidad. Son los años los que al final van puliendo esas esmeraldas en bruto que somos cada uno de los egresados de la ENPEG.

En este sentido, me pregunto si el ejercicio constante de pensar y repensar lo que se produce como artista, analizar y volver a analizar el contexto, verse y preguntarse constantemente quién soy, es uno de los eslabones más importantes que vincula a los egresados de "La Esmeralda". Esta escuela deja siempre su marca en el tipo de producción y modos de operación de los artistas que pasan por sus aulas. Así, la obra tiende a poseer un significado comunicativo y social muy fuerte, sin importar su fin último (sea comercial o social).

El legado que la ENPEG del siglo pasado ha dejado con respecto a la presencia de sus egresados en este siglo resulta interesante de analizar. "La Esmeralda" es un pilar importante para la formación de creativos en México. Apenas en el siglo pasado esta escuela era una de las pocas opciones para cursar estudios profesionales en arte, hoy la realidad ha cambiado tan drásticamente que será difícil apuntalar su rol en la formación de profesionales del sector cultural porque las opciones se han multiplicado. Sin embargo, su legado y presencia son importantes, porque cubren los sectores comerciales y sociales de la sociedad mexicana, todo ello gracias a los innumerables artistas que ha podido formar desde su aparición en los talleres abiertos a principios de siglo XX.


Semblanza de la autora

Frida Cano. México, 1982. Artista y curadora. Licenciada en Artes Plásticas por la ENPEG "La Esmeralda". Maestra en Artes por el San Francisco Art Institute, Estados Unidos. Su obra artística se basa en la noción del autorretrato de influencias, siendo su contexto inmediato el que da forma a trabajos en fotografía, dibujo e intervención, mientras que su labor como comisaria se enfoca en la percepción creativa del concepto de Latinoamérica. Ha trabajado en el Centro de la Imagen y en Walter and McBean Galleries. Como artista ha realizado exposiciones en México, Japón, Alemania y Estados Unidos. Ha recibido becas de fundaciones como Stiftung Künstlerdorf Schöppingen, Alemania; Fundación Jumex, México; Conaculta, México, y Fundación ENDESA/Fundación Duques de Soria, España. Actualmente desarrolla el proyecto Arttextum, trabaja para la Colección Sayago & Pardon y coordina el sitio en Internet Abstraction in Action.



Recibido: 15 de abril de 2015
Aceptado: 25 de mayo o 2015.

Palabras clave
Arte, mainsdream, ferias, artivismo, esperanza.

Keywords
Art, mainsdream, fairs, artivism, hope.

 
[1] Frida Cano Domínguez, Autorretrato de influencias en negativo, investigación documental del currículum oculto en La Esmeralda, www.inbadigital.bellasartes.gob.mx, consultado el 3 de marzo de 2015.

[2] https://independent.academia.edu/FridaCano, consultado el 3 de marzo de 2015.

[3] http://fridacano.com/2014/10/16/curriculum-oculto-en-la-esmeralda/, consultado el 3 de marzo de 2015.

[4] Frida Cano Domínguez, Mainsdream, A Reality that Overwhelms Dreams, investigación apoyada por Fundación/Colección Jumex y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, http://issuu.com/arttextum/docs/frida_cano_ mainsdream_2011, consultado el 3 de marzo de 2015.

[5] Lucas Blanco, José Luis Landet — GÓMEZ, https://www.youtube.com/watch?v=fQdrg-wYIec, consultado el 3 de abril de 2015.

[6] Correspondencia personal con el artista, 23 de marzo de 2015.

[7] Frida Cano, Arttextum, Tejido de agentes culturales inspirados en Latinoamérica, http://arttextum.net/proyecto/, consultado el 3 de abril de 2015.

[8] El término artivism se deriva de la conjunción de las palabras “art” (arte) y “activism” (activismo). Se utiliza para denominar arte y artistas (artivistas) que utilizan el activismo social para generar obra mediante su rol como productores culturales. Para estudios más precisos véase Selmin Kara y Camilla Møhring Reestorff, "Introduction: unruly documentary artivism", Studies in Documentary Film, vol. 9, núm. 1 ,2015, http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080 /17503280.2014.1002665#.VRCy3WZyM6I.

[9] Véase Frida Cano, Arttextum, Tejido de agentes culturales inspirados en Latinoamérica — Edith López Ovalle, http://arttextum.net/2013/01/15/edith-lopez-ovalle/, consultado el 3 de marzo de 2015.

[10] Texto originalmente publicado por la artista en su muro de Facebook el 12 de marzo de 2015, https://www.facebook.com/edithlanegra/posts /10206236893231389?fref=nf&pnref=story, consultado el 8 de abril de 2015.

[11] Si bien Teresa Hernández no pertenece al proyecto Arttextum, su labor como productora de cultura merece la pena que se enmarque dentro de este estudio dentro de la lógica de artivismo social.

[12] Véase Teresa Hernández, Foro Abierto de Dibujo, https://www.facebook.com/foroabiertodedibujo/ nfo?tab=page_info, consultado el 5 de marzo de 2015.

[13] En 2010, durante la revisión de portafolios y montaje de la exposición Disponible, A Kind of Mexican Show, en Walter and McBean Galleries, San Francisco Art Institute, co-curada por Guillermo Santamarina y Hou Hanru, del 19 de noviembre de 2010 al 22 de enero de 2011, la asistente de curador Mary Ellyn Johnson, revisando los archivos de los artistas para la siguiente exposición, me preguntó qué era “la shmralda”, porque, sorprendida, no sabía que se trataba de una institución educativa. La mayoría de los currículos estaban en español, Johnson no está familiarizada con este idioma.